¿Es la DHEA la fuente de la juventud?
La respuesta corta es NO, pero estas son algunas de las conexiones entre la DHEA (dehidroepiandrosterona) y el envejecimiento. Giran en torno al papel de la hormona en diversos procesos fisiológicos y su disminución con la edad. Aquí hay un desglose de estas conexiones:
Disminución hormonal: la DHEA es una hormona precursora producida principalmente por las glándulas suprarrenales, y se sintetizan cantidades más pequeñas en el cerebro y las gónadas. Sirve como precursor de otras hormonas, incluidas la testosterona y el estrógeno. Los niveles de DHEA alcanzan su punto máximo en el cuerpo durante la edad adulta y disminuyen gradualmente con la edad. Cuando las personas llegan a los 70 y 80 años, los niveles de DHEA pueden ser significativamente más bajos que en los adultos más jóvenes.
Cambios relacionados con la edad: la disminución de los niveles de DHEA es parte de los cambios hormonales más amplios que ocurren con el envejecimiento. Esta disminución suele asociarse con cambios en la composición corporal, incluida una disminución de la masa muscular y un aumento de la grasa corporal, así como con alteraciones en la densidad ósea y la elasticidad de la piel.
Salud ósea: la DHEA ha estado implicada en el metabolismo óseo y puede desempeñar un papel en el mantenimiento de la densidad ósea. Algunos estudios sugieren que niveles más bajos de DHEA se asocian con un mayor riesgo de osteoporosis y fracturas en adultos mayores.
Masa y fuerza muscular: la DHEA tiene efectos anabólicos y participa en la regulación de la masa y la fuerza muscular. A medida que los niveles de DHEA disminuyen con la edad, puede haber una disminución correspondiente en la masa y la fuerza muscular, lo que contribuye a la fragilidad y el deterioro funcional en los adultos mayores.
Función cognitiva: los receptores de DHEA están presentes en varias regiones del cerebro y se ha demostrado que la DHEA tiene efectos neuroprotectores en estudios preclínicos. Algunas investigaciones sugieren que los niveles más bajos de DHEA están asociados con el deterioro cognitivo y un mayor riesgo de enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de Alzheimer.
Función sexual: la DHEA es un precursor de la testosterona y el estrógeno, que participan en la libido y la función sexual. Algunos estudios han sugerido que la suplementación con DHEA puede mejorar la libido y la función sexual en adultos mayores con niveles bajos de DHEA.